El número de personas que desea cambiar y asume la responsabilidad de mejorar su calidad de vida y enfrentar sus conflictos crece a diario.
La valentía que supone reconocer un problema y pedir ayuda es el primer paso para liberarte del malestar emocional y mejorar tu salud. Los beneficios de realizar una terapia individual pueden ser múltiples (conseguir un mayor autoconocimiento, potenciar tu autoestima, mejorar tus conductas y relaciones con los demás, disminuir o aliviar tu sufrimiento, corregir formas erróneas o distorsionadas de percibir la realidad, incrementar tu inteligencia emocional, optimizar tus propios recursos…).
Sin embargo, para obtener éstos y otros beneficios, primero hay de reconocer que existe un problema, ver la necesidad de cambiar y comprometerte con el proceso. Es entonces cuando, de forma personalizada, el terapeuta puede facilitarle el cambio mediante distintas herramientas (cognitivas, emocionales, conductuales, relacionales,…), abordajes como EMDR y técnicas de relajación, EFT…, integradas en distintos modelos de terapia de eficacia probada (Terapia Cognitivo-Conductual, Terapia Sistémica, Humanista, Terapia breve…).